A veces nos dejamos llevar por la rutina y olvidamos que podemos encontrar aventuras emocionantes en nuestro propio país. Como amante de los viajes, siempre ansío explorar nuevos lugares y sumergirme en experiencias únicas. Recientemente, me di cuenta de que no es necesario esperar a estar en un destino lejano para disfrutar de la emoción de ser turista. De hecho, descubrí un paraíso costero llamado Santa Clara, ubicado a solo dos horas en automóvil desde la ciudad de Panamá. En este blog, compartiré mi experiencia viviendo un día inolvidable en este lugar y te inspiraré a mirar tu hogar con ojos de turista.
Panamá se encuentra en una posición privilegiada, rodeada por el Océano Pacífico y el Mar Caribe. En nuestro viaje a Santa Clara, ubicada en la costa del Pacífico, a solo 2 horas en automóvil desde la ciudad de Panamá, descubrimos un pequeño paraíso. Esta encantadora localidad cuenta con hermosas playas de arena blanca y aguas cristalinas, consideradas algunas de las mejores de la zona.
Día de ensueño en Santa Clara:
Mi día comenzó temprano, lleno de entusiasmo por explorar este rincón especial de Panamá. Santa Clara se distingue por sus impresionantes playas de arena blanca y aguas cristalinas, consideradas las más hermosas de la zona. A medida que llegamos, nos recibió un día espectacular de verano y decidimos aprovechar al máximo cada momento.
Llegamos antes de las 9 am, ya que en temporada alta la playa puede llenarse rápidamente y limitar el acceso después de cierta hora.
Hay varios lugares donde se puede estacionar, con precios que oscilan entre los US $10 y US $20 por todo el día. Optamos por disfrutar del Hotel Restaurante Las Veraneras, un encantador lugar con estacionamiento, restaurante y cabañas para pasar el día en la playa.
El mar nos recibió con una calma sorprendente, casi como si estuviéramos en una playa del Caribe. Aunque Santa Clara puede ser conocida por su oleaje, tuvimos la suerte de disfrutar de un día espectacular con aguas tranquilas. Nuestra hija se divirtió sin parar en el agua, lo que nos brindó una gran tranquilidad. Fue un día en el que verdaderamente vi mi país con ojos de turista y me sentí emocionada al descubrir un rincón tan hermoso y sorprendente.
Este viaje a Santa Clara despertó en mí una nueva perspectiva sobre viajar. Me di cuenta de que no necesito esperar hasta el próximo destino lejano para experimentar la emoción de ser turista.
Te animo a que, de vez en cuando, te permitas ver tu entorno con ojos de turista. Explora, descubre lugares nuevos y disfruta de las maravillas que están al alcance de tu mano. Santa Clara fue una prueba de que las aventuras pueden suceder en un solo día, brindándote momentos inolvidables y recuerdos preciosos. ¡Así que atrévete a ser un turista en tu propio país y deja que la magia de descubrir te envuelva!
